El placer de beber vino comiendo cordero lechal

Saludos. Sin duda uno de los placeres de esta vida es comer cordero lechal bebiendo vinos de castilla la mancha . En esa experiencia uno siente cómo va cambiando el calor de su cuerpo entrando en una beatitud esmerada en la que los sentidos afloran con su marchamo e impronta acendrada llena de espejismo sabrosos de los juguetones sentidos que se manifestan rotundos en el desfile de poemas de sabores y olores y vapores que van entrando en nuestro cuerpo corrigiéndolo y aumentándolo y haciéndolo fuerte y rotundo, cobrando la vida otra dimensión en la que el lujo de los platos y las cremas heladas de postre son un descanso mientras combinamos unos tragos de vinos de castilla la mancha con unos trozos de cordero lechal y el cuerpo va entrando en una habitación solitaria donde existe sólo él y el vino y la carne que se paladea y se degusta con fruición al calor del vaporosos y afrutado vino que llega con delicia hasta nuestra garganta y nos devuelve a un estado preinfantil donde estábamos refugiados en la comodidad del útero y somos cómo bebés que disfrutan del cobijo materno en una seguridad llevada por la oscuridad a la que nos adentra el sopor y relajo del vino junto con las nuevas endorfinas creadas y creantes en la sinergia con el vino, de la carne con el vino, mientras rubicundos los ojos también disfrutan del espectáculo del buen yantar en buena disposición de ánimo cuando se van disipando los problemas y nada nos importa ya, ni la marcha de la economía ni la crisis del euro ni las guerras libradas en el mundo pues nosotros estamos en paz y armonía frente a las fuentes magnánimas y encarecedoras de la madre tierra dominante y dominadora con sus jugos de vida y pleno placer en relativa espera de más que se haya logrado y disfrute y goce de la manduca y los carrillos llenos mojados los recovecos de las carnes empapadas de buen vino al calor de un buen restaurante que nos encuentra de nuevo en el camino de la paz, la bondad y la dicha, con felicidad lografa y amalgama de la pasión de los sentidos recién cobrados.